Hay algo que pocos saben de mí, pero los que me conocen bien lo saben de sobra. Odio el soccer. ¿A qué clase de hombre heterosexual le gusta ver a 22 estúpidos en calzoncillos pateando un balón durante hora y media? Los estúpidos están tan insatisfechos con su vida que la viven a través de un equipo de futbol. ¡Ah, y peor si pierden! Hacen un panchote de hueva y se quejan con cualquiera y pasan el resto del día de mal humor, sensibles como las viejas en su periodo. No mamen. Me recaga las bolas que quiten la programación, ¡o peor! ¡Que la interrumpan para meter sus pinches programas locales de un equipo regional! ¡Púdranse, estúpidos! ¡Consíganse una vida! Podrán no tener qué tragar, pero sí gastan dinero de a madre en embriagarse y compran sus playeras originales de quinientos, mil o dos mil pesos. Llevando mi propia afición antisoccer dejo aquí algunos puntos para que los mediten, igual el futbol es estúpido:
*¿Qué clase de hombre que se precie de serlo admite que le gusta ver a otros hombres en short sudando y haciendo circo por jaladas como una amonestación? *Las derrotas, por lo menos en este país, influyen en las estadísticas de violencia intrafamiliar, ya que, y noten la veracidad de esto, los estúpidos fanáticos mediocres malos perdedores golpean a sus esposas para desquitar su jodida frustración.
*Acéptenlo, nuestro soccer apesta. Siempre perdemos hasta con los equipos más pendejos (por favor, ¿perder contra Jamaica? Ya ni Bruce el de los Supercampeones). *Se desperdician recursos tan necesarios para la educación pública y la mejora de la decadente mancha urbana. En lugar de bibliotecas y parques para los niños se construyen estadios y campos de entrenamiento.
*Los aficionados son tan estúpidos que hacen varias porras para un mismo equipo y los tidavía más estúpidos se pelean entre ellos.
*Interrumpen mi programación favorita y quitan las películas que ya vi cincuenta veces pero que quiero ver otra vez.
A fin de cuentas, el soccer no trae nada bueno. El mundo no va a cambiar porque gane cualquier jodido equipo. Las ciudades no van a ser más bellas, ni las personas se van a volver más inteligentes, ni las chavas van a estar más buenas, ni los salarios de los estúpidos obreros va aumentar, ni los políticos van a ser honestos. Ya dejen esas mamadas del soccer.
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