lunes, 9 de marzo de 2009

MENTIRAS

Las mujeres son tan hermosas. ¿Cómo pueden creerse las estupideces de cualquier estúpido que se las quiere conseguir? Caen en las redes de cualquier mamado de gimnasio que usa playeras apretadas o camisas desabotonadas y que conduce un carro. Uno de esos fresitas estúpidos que van al antro los fines de semana con sus amigos zopencos y que se creen de a madre porque los estúpidos pagan un chingo por una bebida que vale cinco o diez pesos. Bola de estúpidos. Lo peor es que las chavas se creen sus estupideces. Presumen un montón de babosadas. No sé qué le ven a esos bastardos, que al final terminan engañándolas con una zorra. Los reconozco. Yo he tratado con esa escoria. Los he visto usar sus trucos baratos. Me repugna verlos ahí siempre sonriendo actuando como si los estúpidos lo supieran todo. He visto las poquerías que hacen para llevárselas a la cama. Son un montón de estúpidos malnacidos buscando qué presumir ante sus jodidos amigos. Vamos, un estúpido de 25 años con una chava de 15. Cuando estaba en mi última preparatoria, tuve la desgracia de estar junto con un hijo de puta llamado Raúl. Creo que el bastardo tenía 19. En una de las estúpidas fiestas de esos culeros, a una chava de quince la querían violar. Ella se había asustado. Él llegó a consolarla, la embriagó y le quitó la virginidad. La desnudó y le tomó fotografías y se las mostró a todos los estúpidos del salón. Ella también estaba en nuestra clase. Por fortuna, los bastardos no me hablaban. Yo nunca vi las fotos. De haber sido así, los habría matado a golpes. La chava nada más duró ese semestre. Vamos, ¿qué no se hartan de esa escoria? ¿No se sienten las mujeres enfermas de esa clase de estúpidos? De esos infelices que no pueden ver a su chava platicando con otro porque los imbéciles se sienten inseguros y lo único que piensan es que se las van a bajar. Esos sofocantes hijos de perra que les llaman cada cinco minutos para saber con quién están, que no las dejan salir a ningún lugar si no van con ellas, y que si las encuentran platicando con otros güeyes los estúpidos se ponen celosos y las chantajean con dejarlas si no les dejan de hablar a sus amigos hombres, cuando los bastardos las engañan con la primer zorra que se cruza en su vista, o peor, con otras chavas como ellas que también se han conseguido sin que ellas sepan que ya andan con otras, como los malparidos hijos de puta que son. Pero cuando los dejan, ah, qué espectáculo, las tachan de putas, de fáciles, y de todo lo que son sus jodidas madres rameras que los parieron. Por favor, ¿cómo les pueden creer a esos estúpidos? No lo sé. Simplemente no lo sé.

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